* “Pidan y Dios les dará; busquen y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá” (Jesucristo)
Desde los tiempos más remotos el ser humano ha buscado la verdad, por todas las vías. Seguramente ese fuego interior, inquieto, curioso, que mantengo desde mi niñez, también lo tiene usted y por eso lee este artículo. Porque está deseoso de recabar información, en la cual sólo usted sabrá reconocer si la verdad -o una pequeña parte de ella- que está buscando, la encuentra en estas líneas, o en otras.
Pero lo más importante, es mantener ese espíritu, esas ganas de absorber más y más información y que su capacidad de asombro no se agote jamás. Si mantiene esa línea y está abierto a todo aquello que pueda ayudarle en su superación, adquirirá la fuerza suficiente para sobresalir y no ser uno más del montón.
En esa afanosa búsqueda de los innumerables misterios de la vida, usted irá obteniendo las respuestas a sus interrogantes y también notará que muchas cosas, no son como creía que eran.
Francis Bacon decía “si comienza uno con certezas, terminará con dudas; mas si se conforma en comenzar con dudas, llegará a terminar con certezas”. Sin embargo, le aseguro que las verdades no llegarán de un día para el otro, sino cuando esté realmente listo para entenderlas y asimilarlas.
En mi caso particular, hoy sigo teniendo una enorme lista de preguntas a las cuales aún no le encuentro respuestas. Pero también es cierto, que a los 19 años no hubiese podido asimilar ni comprender siquiera el 10% de muchos de los temas que analizo en mis libros.
Y como no estaba con la sabiduría esencial para entenderlos, opté por rechazarlos. O simplemente los dejé en el “refrigerador”, como quien deja conservado algún alimento, a la espera de que llegue el momento oportuno para ingerirlo. Seguramente muchas de esas cosas que hoy aún no asimilo del todo, dentro de diez años podré hacerlo. Quizá sea antes, quizá después. En muchos temas, seguramente nunca lo haga. Al menos en esta vida...
Pero de eso se trata esa búsqueda constante. De informarse, aprender, asimilar y, en mi situación particular, difundir esa enseñanza. Si se maneja con ese espíritu de búsqueda, a usted también le servirá de aliado para vivir plenamente y triunfar porque, corroborando las palabras de Carl Sagan: “el afán de explorar forma parte de la esencia de la humanidad”…
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